¿Por qué nunca debes conformarte en tu negocio?
Eres emprendedor, empresario o eres el máximo responsable en lo bienaventurado de un proyecto. Sea el cargo o la situación que sea, te daré un gran consejo.
Lo has dado todo, no se trata solo de la dedicación o de dejar de tener la vida que pueda tener cualquier otra persona. Se trata de haber dedicado tu cuerpo y alma a una ilusión que has llevado a lo más alto, a la cúspide de aquello que se te pasaba por la cabeza y por lo que tanto suspirabas hasta haber llegado. ¿Y ahora qué?
No te relajes, no bajes la guardia. Vivimos en una era en la que todo pasa muy rápido. Muchas cabezas pensantes le dan vueltas a cosas para conseguir algo mejor. Tu negocio, por el que tanto te has dejado hasta llegar a cumplir el objetivo, ahora te permites unas merecida desconexión. Una desconexión mientras la competencia avanza con la única intención de superar, desbancar y pisar todo lo que se le pase por delante. Normal ¿No?
Debemos ser conscientes que una relajación causada por la consecución de un logro debe ser lo suficientemente extensa para que te permita desconectar sin dar pie a que te puedan ganar mucho más terreno del permitido
No te relajes ni te conformes.
Llegar cuesta una barbaridad y cuando lo hacemos nos cuesta ser conscientes de todo lo que llevamos a nuestras espaldas o, al menos no le damos la importancia que deberíamos. En ese preciso momento debemos evitar no perder el margen que has conseguido y quizás, aumentarlo en todo lo posible.
No bajes la guardia. Nunca permitas una relajación en momentos delicados. Pueden acabar siendo determinantes o culminantes. Apóyate en parar a pensar en todo aquello y valora realmente si es el momento, si te lo puedes permitir, si ya has llegado hasta el sitio que querías llegar. Relájate sólo cuando te lo merezcas y en el momento que tus espaldas están bien cubiertas.
Parece mentira con la rapidez que el ser humano asimila la relajación. Ser activo es una condición de todo lo demás, de todo lo que te propongas y sin lugar a dudas está por llegar. Querer ser activo y serlo es ser afortunado, es llegar dónde otros no llegan y es fundir todas las posibilidades antes de tirar la toalla.
Ser activo es un término importante para no relajarse ni conformarse en un proyecto, negocio o reto, para evitar cualquier motivo por el que después cueste reprender el camino.
Y ahora párate a pensar; ¿realmente merece la pena que en este preciso momento bajes el nivel de actividad?
Ya descansaré cuando me muera! Mientrastanto… Rock’n Roll!!! 😉
Estoy hecho de la misma pasta. La energía se la crea uno mismo y si la tienes, siéntete afortunado de darle mucha caña… ya dormiremos eternamente 🙂