La vida que llevamos

La vida que llevamos

Siempre con esa sensación en la que las horas del día no son las que siempre te han explicado que deberían ser. Sin ni siquiera darte cuenta ha pasado el día y si tratas de recordar que has hecho a primera hora, quizás necesitarás un buen rato.

La primera tarea de todas las mañanas es intentar saber qué día es y a los pocos minutos, abres la agenda para ver el plan que tienes. El plan que ya viste ayer a última hora del día.

Llegas a la oficina con un plan, con una preparación de la que eres consciente que se puede truncar en cualquier momento. Vamos por prioridades, el problema es no saber priorizar las tareas.

Sin darnos cuenta pasa la vida y no asimilas el día a día, no asimilas los hitos que pasan en tu alrededor, esos hitos que hace no más de 3 años no te hubieses ni imaginado, pero que inconscientemente trabajas cada día para conseguirlos. No te da tiempo a celebrar las grandes noticias, debes estar ya en la siguiente batalla.

La vida que llevamos pasa por un compromiso. Ese compromiso que tú sólo has creado, ese compromiso que en ocasiones no hubieses querido iniciar, pero que en el fondo, puedes comparar con las riñas que tienes con tu pareja pero en el fondo la quieres más que a tu propia vida.

La vida que llevamos nos hace ser más fuertes, nos hace ver las cosas que no nos gustan, sin entender porqué suceden o si hemos dado todo lo que está en nuestras manos. Pero nos hace estar más preparados para todo lo que está por llegar.

La vida que llevamos la hemos elegido nosotros, nadie tienen la culpa de que lleves esa cara de amargado todo el día. Quizás, lo que te pasa es que no has sido lo suficientemente valiente de haber elegido otro camino cuando viste que este no era el que querías.

La vida que llevamos sólo pasa una vez. Nunca vas a tener una segunda oportunidad de triunfar en la primera. Haz todo lo posible para que todo lo que hagas tenga un sentido, un objetivo claro y después de esto, nunca te quedes con la duda de no haber hecho todo lo que estaba en tus manos.

La vida que llevamos nos hace decidir. A veces nos hace decidir sobre cosas que jamás hubiésemos querido dejar, pero recuerda, hasta el que quiere terminar un Maratón debe dejar de hacer cosas durante la preparación. Antes de decidir qué hacer, piensa hasta dónde quieres llegar.

La vida que llevamos en algunos momentos nos hará llorar. Muchas veces por debilidades, por situaciones en las que te parece que has llegado al límite. Llorarás por ser persona, llorarás porque es necesario llorar, pero deberás saber que el próximo día vas a estar dando de nuevo todo para llegar al lugar que tú quieres llegar.

La vida que llevamos puede parecer una mierda. Sí, en ocasiones lo puedes llegar a pensar. Pero bien sabes que eres un privilegiado, que cada día es una oportunidad para hacer lo que quieras. Para hacer cambiar tu vida, tu proyecto, tus ideas.

La vida que llevas no te permite estar en todo lo que te gustaría. Debes saber elegir, debes ser rápido en la elección. No tenemos tiempo de pensar en las cosas que queremos, tenemos tiempo para actuar, tenemos tiempo para arremangarnos y para ponernos a hacer todo para trabajar en el día a día. Ese día a día que hemos elegido vivir.

La vida que llevamos es una vida complicada, es una vida en la que nada es predecible. Estar preparado, saber que estas cosas pueden pasar, saber que ningún camino es de rosas y si lo es, ve preparándote.

Esa vida, la vida es la vida, la tuya, la vida que llevas. De nadie más. Conseguir tus propósitos depende de ti, de todo lo que hagas, inviertas, todo lo que aportes, todo lo que des y todo lo que algún día valorarás y recordarás.

Esa es la vida que llevas.

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