No quedarse con la duda ¿Mejor vivir con el resultado?
Dudas que nos acechan en cada momento del día. No podemos evitarlo, cada momento es una duda, cada acción, antes de realizarla suelen surgir unas cuantas preguntas y, es totalmente normal. Tenemos respeto a lo desconocido, a lo qué pensarán los demás si elijo una mala decisión, a lo qué pasará si no doy con el camino adecuado…. vivimos en continuas dudas y es bueno, si eres una persona activa, con ganas de nuevos retos, la duda te acompañará en cada momento.
Durante mis últimos 9 años en los que el punto de responsabilidad ha pasado a un nivel superior -la vida del autónomo conlleva esto- he vivido en un constante mar de dudas. Incluso he tenido dudas antes de escribir este artículo. Sí, no es bueno hacer cosas sin pensar en su elaboración ni en su resultado. Todos queremos hacer casos y hacerlas de la mejor manera posible.
Lo que quiero abarcar en este artículo no es el hecho de tener más o menos dudas, lo que irá en consonancia al volumen de posibles decisiones a tomar, lo que quiero destacar es la segunda fase. ¿Qué hacer cuando tienes duda en hacer algo? ¿Qué decido? ¿Me acomodo? ¿Soy prudente y no lo pruebo? ¿Dejo escapar una oportunidad para que estratégicamente llegue otra? ¿Soy un o una valiente si a toda «oportunidad» que me llega la tiro adelante?
¿Soy valiente si lo llevo a cabo?
¡Perdona! Aquí nadie dice que el valiente sea el que lleve sus pensamientos, oportunidades, ideas.. a cabo. Es tan valiente el que decide con un sí como el que decide con un no. Tenemos la sensación y, así lo demostramos, de marcar a las personas como valientes por haber tomado la decisión de llevar un negocio desde cero o el que ha decidido dejar su trabajo en el que llevaba 10 años e ir a lo que a priori puede parecer una opción profesional mejor. El que dice que sí a sus aparentes posibilidades en un Valiente!
A veces, el que decide no arriesgar no es el valiente, yo me quedo con que aquí los valientes son:
- Los meditadores. En la mayoría de veces no vamos a perder una oportunidad por no haber tomado la decisión en 24 horas. Una decisión, depende de lo importante que sea, se debe pensar, estudiar y evaluar.
- Los que saben mover sus fichas. Estos son los que en numerosas ocasiones ya se la han pegado, han visto como su idea inicial, la que ejecutaron, no ha salido como lo esperado. Aquí hay experiencia, aprendizaje, contactos, galones.
- Los que quieren lo mejor para si mismo y saben en qué momento deben tomar las decisiones. El momento en tu decisión puede ser tan importante como el sí o el no. Saber esperar o decidir rapidamente.
El arte de decidir es lo que nos hará ser mejores profesionales y eso conlleva pegársela varias veces hasta conseguir ese arte.
Es tan valiente el que decide con un sí como el que decide con un no
Pero no nos equivoquemos, no seamos necios, aquí todos queremos lo mejor y la emoción, la ilusión y las ganas nos hacen decidir sobre todo lo demás. A veces ese será tu mayor aliado. El no quedarte con la duda a pesar de un fracaso te hará sentir mejor. La misma sociedad nos ha creado para no quedarnos con la duda, queremos ser valientes con un sí, el que hace cosas es el que destaca, el que consigue lo que se propone, el crack de los negocios… pero no os olvidéis. Decidir NO también es de valientes.
Photo Credit: jroblear
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