Pon los pies en el suelo ¿Haces lo que quieres hacer?
Hablo con muchas personas de distinto sectores al cabo del día. Son personas a las que en mi agencia de marketing les damos un servicio. Tenemos todo tipo de personas, perfiles y escenarios de distintos mercados que nos hacen cada día aprender cosas nuevas y te hacen descubrir caminos totalmente apasionantes y llenos de oportunidades a las que sería conveniente poner la artillería en marcha. Pero sorpréndete si te digo que después de concluir algunas de estas charlas me quedo pensativo, intentando averiguar el por qué de la falta de sacrificio, optimismo o ambiciones de una persona en su cargo.
Tener una responsabilidad es dar por hecho que esa base se inicia en que esa persona a decidido tener esa responsabilidad, nadie se la ha impuesto. Ese es el inicio de algo grande. Poner en marcha tus ideas y tus determinaciones en algo que te hace ilusión, es un reto al que vas a tener que lidiar cada día para llegar a lo que te has propuesto y, a pesar de los días que te vas a encontrar, busca siempre el motivo de achacar una resolución.
A continuación voy a dar una serie de razones por las que tienes la responsabilidad de ser el líder en la tarea que has elegido.
- Empiezo por «Has elegido». Nunca aceptes un trabajo en el que no te sientas cómodo. Por tu bien y por el de la persona o la empresa que te lo está dando. En los últimos tiempos lo habrás escuchado más de una vez, haz lo que quieras hacer, el inicio será muy duro pero el final, el final será gratificante y reconfortante.
- Sienta en tu cabeza el o los objetivos. Piensa hacia dónde quieres llegar con tu trabajo, con tu responsabilidad y una vez lo tengas claro, dibújalo, escríbelo y categoriza las acciones o trabajos que deberás hacer en cada acción.
- Rodéate o intenta elegir un buen equipo. Siempre que puedas, ponte justo al lado de las personas que te harán sumar. Elige muy bien quién te ayudará en cada momento o tarea.
- Insiste en todo lo que esté bajo tu decisión. Si has tomado una decisión ponla en marcha y no te quedes nunca con la duda. Demuestra a terceros tus razones y lucha por ellas. Si lo has decidido tienes el poder y la máxima obligación de demostrarlo.
- Hay días o épocas malas. El hacer lo que has elegido no será sinónimo de una vida sin problemas. Es posible que incluso tengas más, pero también es cierto que te los vas a tomar de una manera muy distinta. Afronta el problema, no te vengas a bajo, compártelo, reconócelo y empieza a buscar soluciones. Los problemas siempre acabarán siendo experiencias en tu formación. Elementos que harán hacerte crecer.
- Las horas. Este punto, en este justamente, yo no puedo hacer otra cosa que reírme. Nunca recomendaré a nadie hacer unas horas determinadas al día. ¿Quién dice que para hacer bien tu responsabilidad todos los días vas a necesitar 8 horas? Quizás necesitas un día 5 y otro 10. El tiempo en el terreno profesional debe evolucionar hasta el punto de que la jornada de cada persona será consecuente con el día a día.
- Piensa en lo que estás haciendo y si es correcto el camino que llevas. Si durante muchos meses la cosa no va como esperabas, planteateló.
- Recuerda cómo has llegado hasta el punto en el que te encuentras. Es posible que surjan dudas. Aquí todo está en volver la vista atrás. ¿Compensa? si es que no, cualquier modificación será más que bien venida.
- Haz cosas increíbles. No todo es trabajo, pero lo que no tiene nada que ver con el trabajo ayuda a que sea mejor. Ve a correr, a nadar, a saltar o hacer aquello que te haga desahogarte. Que te haga sacar todo lo que llevas acumulado, a pensar y a ver las cosas de otra manera, ¡Hazlo! ¡Oblígate!
¿Haces lo que quieres hacer?
Inténtalo. No es fácil hacer cambios en situaciones de confort. Quizás ya te sientes bien haciendo lo que haces, estando en el puesto que estás. Se puede dar el caso que la edad no te ayuda a tomar decisiones drásticas. Pero te diré una cosa;
hacer todo aquello que te hará despertar cada día con una fuerza distinta a la que estás acostumbrado para afrontar ese nuevo reto, te hará estar y sentir el verdadero motivo por el cual vale la pena hacer lo que quieres hacer.
Photo Credit: Hernán Piñera
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